Dia Internacional del Autismo

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Desafíos de la Educación con visión a 2030 ...
Pedagogía de las Posibilidades ... Entre lo simbólico y lo real: la potencialidad.
Más que garantizar un Derecho Humano, es facilitar Autonomía y Dignidad.

    
Abordamos el *autismo* con enfoque psicosocial de los Trastornos del Espectro Autista -TEA- evaluando las conductas y entornos de las personas diferentes, especiales, con discapacidad, con déficits físicos, mentales, neurológicos, espirituales ...
- Desde el factor humano nos centramos en la potencialidad, esa virtud o fortaleza que cada ser humano posee, referida en las capacidades que la persona puede desarrollar, en otras palabras el potencial humano que determina lo que somos capaces de hacer o conocer ...

- Desde la educación, enfatizamos el desarrollo máximo de las posibilidades que tiene el niño como habilidades a desarrollar. Se trata de aceptar, reconocer y decidir cómo transformar "esa diferencia", cómo y cuánto influye en el desarrollo pleno de su personalidad, en sus vínculos y relaciones en todos los entornos que habita (hogar, escuela, trabajo, etc.).  Es clave despegar del sentido de enfermedad y diseñar estrategias para el aprendizaje recíproco ... El docente y el alumno, tienen algo para dar y enseñar, pero es responsabilidad del docente, saber aprovecharlo ...

Qué es el Autismo ...

Datos generales. Los trastornos del espectro autista (TEA) se encuadran en el neurodesarrollo y se caracterizan por alteraciones relacionadas con la comunicación y la interacción social, suelen presentar intereses fijos y conductas repetitivas. Hace unos años se diferenciaban distintos tipos de autismo, pero ahora se tiende a considerarlos en su conjunto, distinguirlos en función de su gravedad y de las habilidades que se afectan. Se evalúa si hay discapacidad intelectual como uno de los parámetros culturales de prioridad mundial. También, si existen problemas del lenguaje y alguna afección médica asociada. 

Causas. Aún no es posible determinar la aparición del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), pero sí "la fuerte implicación genética en su origen" (Confederación Autismo España), aunque reconocen que "no se encuentran elementos claramente identificados, y aún es necesaria mucha investigación al respecto".  Tampoco se sabe con certeza (salvo en casos muy concretos en los que se han identificado los genes responsables) en qué medida ese origen genético es hereditario (transmitido de generación en generación) o accidental (como consecuencia de una lesión genética producida en el momento de la fecundación o durante la gestación).

Los Síntomas. De forma muy resumida, se podrían destacar:
Movimientos corporales estereotipados.
Anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje.
Marcadas anomalías en la comunicación no verbal.
Insistencia irracional en el seguimiento de rutinas.
Intereses o actividades restringidos.
Déficits en la reciprocidad social o emocional

Prevención. Debido al desconocimiento de las causas del autismo, en la actualidad es virtualmente imposible prevenir su aparición. No obstante, un diagnóstico precoz, tener conocimiento de la enfermedad y, sobre todo, un entorno familiar comprometido con el problema, contando con la ayuda de los profesionales adecuados, puede contribuir de forma muy significativa al bienestar de las personas con TEA.

Tipos. En la actualidad se está abandonando la clasificación de los TEA en síndrome de Rett, síndrome de Asperger, trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller y trastorno generalizado del desarrollo no especificado ... Esas etiquetas o subgrupos no encajan en la consideración del autismo como un continuum o espectro, en el que no siempre se pueden separar, por ejemplo, los síntomas sociales de los de comunicación, ya que se superponen.

Diagnóstico. Los TEA pueden ser difíciles de diagnosticar, porque no existen pruebas médicas, como los análisis de sangre, que ayuden a confirmar estos trastornos. Para hacer un diagnóstico, los profesionales evalúan aspectos como la conducta del niño y su desarrollo.n diagnóstico definitivo sino hasta que tienen más edad y no son pocos los casos en los que el problema se detecta en la edad adulta. Cuando hay discapacidad intelectual asociada se suele detectar antes el trastorno.
A veces se pueden detectar a los 18 meses o antes. Hacia los dos años de edad, el diagnóstico que haga un especialista se puede considerar bastante fiable. Sin embargo, muchos niños no reciben u
Señales de alarma. Hay una serie de señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración exhaustiva del desarrollo del niño.
Hacia los 12 meses de edad. No balbucea.
No hace gestos como saludar con la mano, señalar para pedir alguna cosa o mostrar objetos.
No reconoce su nombre ni responde cuando se le llama.
No se interesa ni se implica en juegos interactivos sencillos, como el “cucú-tras” o similares.

Entre los 12 y los 18 meses de edad
No dice palabras sencillas.
No responde a su nombre.
Presenta un uso limitado o disminuido del contacto ocular.
Ausencia de balbuceo social/comunicativo como si conversara con el adulto.
Ausencia de imitación espontánea.
No señala para pedir algo.
No mira hacia donde otros señalan.
No enseña o muestra objetos.
Puede manifestar una respuesta inusual ante estímulos auditivos.
Falta de interés en juegos interactivos simples.

Hacia los 24 meses de edad
No dice frases de dos o más palabras, que sean espontáneas y no sólo repeticiones de lo que ha escuchado a los demás.
Tiene dificultades para mantener el contacto ocular cuando se le habla, y no sigue objetos con la mirada.
No se implica en juegos compartidos y parece no disfrutar de la relación compartida con otras personas.
Los expertos de Autismo España resaltan que todo lo anterior es meramente orientativo y que cualquiera de esas señales, considerada de forma aislada, no tiene valor diagnóstico. "También se recomendaría una valoración exhaustiva del desarrollo si a cualquier edad parece que el niño o la niña pierde habilidades que ya había conseguido, como el balbuceo o las primeras palabras", agregan.
Niño mirando una televisión sólo mientras agarra un peluche. 

Tratamientos. No hay cura para el TEA; acompaña al individuo a lo largo de toda su vida. Las terapias e intervenciones conductuales están diseñadas para minimizar los síntomas específicos y pueden aportar una mejoría sustancial de la calidad de vida.  El plan de tratamiento ideal coordina las terapias e intervenciones que cubren las necesidades específicas de los niños a nivel individual. El tipo de intervención más efectiva es la psicoeducativa, proporcionada por psiquiatras, psicólogos, pedagotos, logopedas...
El tratamiento precoz mejora significativamente los síntomas en muchos casos y es esencial para que los niños desarrollen habilidades sociales y adapten su comportamiento. De hecho, un diagnóstico tardío está relacionado con la aparición de problemas asociados como trastornos de la alimentación, ansiedad o depresión.

Medicamentos. En General no se utilizan fármacos salvo en casos para controlar las posibles complicaciones. No existen fármacos que traten de forma específica los TEA.

Padres. La actitud de los padres es clave para el bienestar de las personas con TEA.
"Lo más importante es que los padres (como con todo niño) acepten y quieran a sus hijos tal y como son, sin tratar de cambiarles y sin forzarles a hacer cosas que no quieren hacer, como asistir a una fiesta de cumpleaños" ... "Anticipar las cosas que van a ocurrir a lo largo del día, y saber que si ocurre un imprevisto tu hijo se verá afectado, por lo que es importante conocer estrategias que le ayuden a sentirse mejor".

Estrategias Educativas.  Recursos Adaptables.
     
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